En el este de Turquía, ocho soldados perdieron la vida al recibir un atentado violento que se atribuye al grupo armado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
La explosión de una bomba fue la causante de las muertes al pasar un convoy de vehículos militares por una carretera de la región de Sirvan en la provincia suroriental del Siirt.
Esto causo también un gran número de heridos a los que acudieron gran cantidad de ambulancias de localidades cercanas.
En respuesta al ataque el ejército ha comenzado un operativo para encontrar a los responsables del ataque.
Cerca de medio centenar de miembros de las fuerzas de seguridad turcas han muerto por atentados y ataques del PKK desde el 20 de julio.